domingo, 15 de noviembre de 2015

TEXTOS DE HALLOWEEN. CREATIVIDAD EN 4º DE ESO.


"SOÑANDO CABEZAS..."



POR MARCOS GÓMEZ, 4º A



Como cada día, a las diez de la noche, María se fue a la cama para descansar. Empezó a soñar, pero, por mala suerte, el sueño comenzó a convertirse en una pesadilla. Soñó que tenía tres cabezas de niños en la nevera. Del susto, María despertó de un sobresalto y corrió a la cocina. Abrió la nevera. No había tres cabezas, sino cinco. Soltó entonces un suspiro de alivio: no faltaba ninguna.




"LOS DÍAS 13"


POR Mª CARMEN GONZÁLEZ SÁNCHEZ, 4º A




13 de noviembre. Y de nuevo la misma situación que se repite todos los 13 de cada mes: arañazos en mi cuerpo, habitación desordenada, grifos abiertos y platos rotos...¿Qué pasa? ¿No me vas a perdonar nunca? ¡Yo no quise jugar a ese juego! Ese juego, ese maldito juego al que nunca debí jugar, nunca debí hacer la ouija. Me llaman al teléfono, sólo se oye a alguien susurrar el número 13 muchas veces seguidas... “¿No te cansas?” Eso es lo que grito y un escalofrío recorre mi cuerpo.

Me preparo para irme al trabajo, me miro al espejo y veo que hay un 13 rayado en él. Es pequeño, no se nota. Sonrío. Me giro y noto como si alguien, desde el espejo, me observase. Pero no, no hay nada. Sólo yo reflejada. Al salir olvido apagar la luz, aunque demasiado tarde, ya la había apagado él: mi otro lado del espejo que me hace compañía desde un 13 de abril.


"LA VISITA"


POR TANIA UREBA RAMÍREZ, 4º A

Todas las tardes solía ir a ver a mi abuela. Le cuidaba su cuarto y le hacía las tareas de la casa mientras que ella me cocinaba un delicioso pastel. Desde hace dos semanas voy todas las tardes y echo allí hasta la hora de cenar.

Últimamente me cuenta cosas muy raras. El otro día me dijo: “Por fin volví a tocar la mano de tu abuelo”. Me sorprendió mucho porque mi abuelo lleva muerto 11 años, pero no le hice mucho caso y seguí haciendo las tareas.

El otro día fui a casa de mi abuela como de rutina y me encontré allí a mis tíos deambulado por la casa. No me podía creer lo que estaban haciendo e, inmediatamente, les pregunté:

-¿Qué hacéis? ¿Por qué os lleváis las cosas de abuela?

Y mi madre, con un tono muy delicado me contestó:

-Cariño, asimílalo, abuela ya no volverá”.



"ESTA NOCHE"


POR MAXIMILIAN WEYERS, 4º A


Era el 12 de octubre. La niña cumplió 14 años ese día de oscuridad y tormenta cuando el increíble trueno hizo mover las ideas dentro de las mentes más perdidas en este mundo. En esa noche tan bonita, ella perdió su vida.


"EL SÓTANO"



POR MEGAN ROSE SUMMERS

Creía que después de toda su vida viviendo ahí sabría todo lo que tuviera que saber sobre su casa, que no existía un solo rincón donde había investigado mil veces, pero se equivocó...

los golpes que sonaban al otro lado de la pared de su habitación indicaban que alguien le estaba llamando. Se levantó de la cama y comenzó a seguir el ruido.

-¿Quién es?- dijo asustada.
-Soy yo cariño. Ven, necesito tu ayuda- respondió la dulce voz de su madre.

Se acercó lentamente a la puerta del sótano, una puerta vieja y chirriante. La abrió y comenzó a bajar las escaleras, extrañada por el hecho de que su madre estuviera ahí abajo a esas horas.

- ¿Mamá? - preguntó.
- Aquí, hija. Ven, pasa- la voz provenía de una pequeña puerta escondida en la esquina del sótano.

Sin pensárselo más, entró por la pequeña y oscura puerta que nunca antes había visto. La puerta se cerró sola. Estaba oscuro, muy oscuro. Apenas se podía ver. La chica no pudo evitar que le invadiera un sentimiento de terror al recordar que estaba sola en casa.







"LA CASA DE MI ABUELA"


POR JUAN JESÚS AGUILAR ALMAZO. 4º A


Era un martes 13 y estaba en casa de mi abuela. Me encontraba duchándome cuando de repente se fue la luz.

Yo tenía mucho miedo ya que temo a la oscuridad.

Intenté salir de la ducha sin caerme, cogí el albornoz como pude y me dirigí hacia el pasillo. Salí y vi una luz roja al final de él. Me acerqué. Caí en un lugar oscuro de donde nunca he logrado salir.



"ESCALOFRÍOS"


POR ROCÍO SÁNCHEZ, 4º A


Era una de las noches más frías que había hecho en todo el invierno. Esther tenía la necesidad de irse a la cama más pronto de lo normal ya que se no se encontraba muy bien. Sentía una sensación extraña y un escalofrío muy incómodo. No sabía por qué, pero llevaba varias noches despertándose a la misma hora con esa misma sensación que tenía en ese preciso momento. Se acostó, pero antes de que lograra conciliar el sueño, ahí estaba otra vez esa voz angustiada llamándola. Miró a su alrededor pero no vio nada, volvió a relajarse y cuando estaba a punto de dormirse, volvió a escucharla de nuevo. Esta vez se levantó más rápido, creyendo que sería una broma de sus hermanos. Pero no, se quedó boquiabierta cuando la vio

¿Quién era?” Se preguntaba. No sabía cómo había logrado entrar en su habitación. Pero antes de que pudiera decir una sola palabra, esa imagen escalofriante desapareció.




"LA HIJA"



POR LAURA JIMÉNEZ JANKOWSKA, 4º B


Ana era una niña de 12 años a la que sin saber muy bien por qué, le gustaba mucho permanecer en su cuarto sola. Todas las noches su madre, María, al pasar por la puerta de la habitación, la escuchaba hablar con alguien y, a veces, incluso se reía y jugaba con aquella “persona”.

La madre, asustada, no comprendía cómo su hija con la edad que tenía, podía tener aún un amigo imaginario, algo normal en niños más pequeños. A veces, intentaba hablar con su hija, pero ni siquiera le miraba a la cara.

Un día, María decidió cotillear y ver qué encontraba en la habitación de su hija. Como loca, empezó a abrir cajones y armarios y sólo veía fotos de su hija y juguetes, pero cuando abrió el armario, vio un peluche, una foto y un periódico en el que ponía: “Madre asesina a su pequeña hija de tan solo 12 años encerrándola hasta morir en su propio cuarto”.







"MI GATO"


POR LORENA LEAL RODRÍGUEZ, 4º B

Lorena dormía plácidamente en su habitación. Estaba totalmente a oscuras. De repente, se despertó al sentir que algo había saltado sobre su cama. Ni se molestó en abrir los ojos: su gato dormía todas las noches con ella. Lo sintió moverse a su alrededor, se arrimaba y acercaba a su cara. Tranquila, se dio la vuelta hacia el otro lado y siguió durmiendo.

A la mañana siguiente, Lorena se despertó y se sentó en la cama. Se restregó los ojos y dio un bostezo. Giró la cabeza buscando su gato, cuando se sobresaltó al recordar que su gato había muerto una semana antes...


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